3 Claves Infalibles para Cerrar Ciclos con tu Ex y Sanar el Dolor del Adiós.

 

Del Dolor a la Libertad: Pasos Infalibles para Dejar Atrás a Tu Ex

 

Decir adiós a una relación puede ser uno de los dolores más desgarradores que enfrentamos en la vida. No solo pierdes a la persona, sino también los sueños, los planes y una parte de ti mismo que existió dentro de ese vínculo. Sin embargo, el dolor también puede ser una puerta hacia la sanación y el crecimiento, si sabemos cómo enfrentarlo. Desde la perspectiva de los Órdenes del Amor, el camino para cerrar ciclos implica atravesar el dolor con consciencia, respeto y aceptación.  

 

Aquí te  comparto tres claves que te ayudarán en este proceso doloroso, pero profundamente transformador.  



  1.  Acepta el dolor como parte de la despedida

 

El primer paso para sanar es permitirte sentir. Es natural querer escapar del dolor, distraernos o fingir que estamos bien, pero hacer esto solo lo intensifica y prolonga. El dolor no es un enemigo; es el reflejo de lo que esa relación significó para ti. Según los Órdenes del Amor, reconocer lo que fue y aceptar lo que es ahora es esencial para cerrar un ciclo de manera sana.  

 

No reprimas tus emociones: Llorar, gritar, escribir tus pensamientos o incluso quedarte en silencio está bien. El duelo necesita espacio para manifestarse.  

Evita juzgarte por lo que sientes: El dolor no es debilidad; es humanidad. No hay un "tiempo correcto" para superarlo, pero cuanto más lo enfrentes, más pronto comenzará a disolverse.  



  1.  Honra lo que vivieron, incluso si dolió

 

El dolor suele ser más intenso cuando rechazamos la realidad de lo que fue. Tal vez esa relación no cumplió tus expectativas o terminó de forma abrupta, pero dentro de ella hubo momentos significativos que marcaron tu camino. Según Hellinger, para liberar el peso de una relación pasada, es fundamental honrarla tal como fue: con sus luces y sombras.  

 

Reconoce lo que aprendiste: Toda relación deja enseñanzas. Tal vez aprendiste a amar, a poner límites o incluso a valorar más quién eres. Estas lecciones son tuyas, y el dolor es el recordatorio de su importancia.  

 

Deja de buscar culpables: Culpar a tu ex o a ti mismo solo perpetúa el sufrimiento. Ambos hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que tenían en ese momento.  



  1.  Suelta lo que fue y abre espacio para lo que será

 

El dolor por una pérdida puede hacer que te quedes anclado en el pasado, imaginando cómo *pudo haber sido* o deseando cambiar lo que ya no puedes controlar. Según los Órdenes del Amor, para cerrar un ciclo es vital soltar esa energía que te mantiene atrapado. Este no es un acto de olvido, sino de transformación.  

 

Acepta que el pasado no puede cambiarse: Lo que viviste tuvo un propósito, incluso si no lo entiendes ahora. Aceptar esto te libera de las cadenas de la nostalgia y el arrepentimiento.  

 

Enfócate en el presente: El dolor te pide atención, pero también te recuerda que estás vivo. Cada día que pasa, por pequeño que parezca, te acerca más a una nueva versión de ti.

 

 Prueba estos ejercicios para procesar y sanar el dolor de la pérdida de tu ex.

 

  • Tómate unos minutos al día para sentarte en un lugar tranquilo y decirte a ti mismo: “Me permito sentir este dolor porque es parte de mi sanación”. Respira profundo mientras aceptas lo que sientes, sin luchar contra ello.  

 

  • Escribe una carta en la que agradezcas los buenos momentos y te despidas de aquello que ya no es. No es necesario que la entregues; el acto de escribirla es suficiente para liberar emociones atrapadas.  



  • Imagina que estás sosteniendo un hilo que conecta tu corazón con el de tu ex. Agradece en silencio todo lo que ese vínculo significó y, con un acto simbólico, corta el hilo. Observa cómo cada uno sigue su camino, y siente cómo regresa tu energía a ti.  



Abrazar el dolor para poder transformarlo

 

Cerrar ciclos nunca es fácil, y el dolor es un compañero inevitable en este proceso. Sin embargo, este sufrimiento tiene un propósito: ayudarte a soltar lo que ya no te pertenece y dejar espacio para algo nuevo.  

 

El dolor es temporal, pero las lecciones y el amor propio que construyas en este camino serán permanentes. Recuerda que, al final, no se trata de borrar lo vivido, sino de honrarlo, agradecerlo y permitirte crecer desde esa experiencia.  

 

Cuando el dolor haya cumplido su propósito, mirarás hacia atrás y te darás cuenta de que no solo cerraste un ciclo: también te abriste a una vida más plena y auténtica.  

Tu Amiga

Viry Miyano

Close

50% Complete

Two Step

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore magna aliqua.